Preguntas frecuentes

Esta pregunta tiene dos caminos, y depende si realizabas actividad física antes de quedar embarazada o no. Si realizabas actividad no hay problema en empezar Pilates, siempre y cuando sea dirigido a embarazadas, tanto si hacías este método u otra disciplina. Si tu caso es que no realizabas actividad antes del embarazo te recomiendo esperar a cumplir las 12 semanas, ya que tu cuerpo estará en un momento de muchos cambios y realizando la implantación del embrión, agregarle una actividad extra y un esfuerzo físico que no realizabas antes no sería lo adecuado.

Muchas veces me preguntan si pueden seguir realizando ejercicios en el gimnasio: por ejemplo funcional. Y la respuesta depende mucho: si entrenás durante un tiempo largo y tu cuerpo está acostumbrado, y lo haces con un profesional que pueda ayudarte a cambiar los ejercicios de tu rutina y esté formado para trabajar con embarazadas… ¡la respuesta es que sí! 

 

Pero si no, lo mejor siempre es cambiar de rutinas y empezar a hacer en un lugar que sea adaptado a embarazadas exclusivamente y con un profesional debidamente capacitado. Pilates o Yoga es lo ideal.

 

Siempre consultá antes con tu Gine o Partera que controla tu embarazo, ya que existen ciertas patologías en el embarazo donde el ejercicio físico está contraindicado.

Sí, de hecho te recomiendo trabajar el abdomen en el embarazo, ya que en ese período el aumento del útero exigirá un mayor sostén y fortaleza de los músculos abdominales, y también tendrán que estar fuertes para ayudar en el momento de parto.

 

Lo que debes evitar son: abdominales tipo crunch y planchas frontales, tampoco los oblicuos con elevación del tronco, ni el roll up de pilates, porque provocan diástasis abdominal, prolapsos y debilidad del piso pélvico. También están contraindicados los hiperpresivos, que aumentan la presión intraabdominal (son los que hacen que el ombligo salga para afuera). 

 

Los músculos abdominales para trabajar durante el período de embarazo son el transverso y los oblicuos. El transverso abdominal es un músculo profundo que juega un rol muy importante en las dinámicas posturales, en el sostén del útero y sobre todo para la expulsión del bebé en el parto.

¿Has escuchado hablar de la Diástasis o hernia abdominal?

 

La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo. En condiciones normales, están unidos entre sí, a través de la línea media del cuerpo, llamada línea alba. Durante el embarazo se produce una distensión de toda la musculatura abdominal y en la mayoría de las mujeres una diástasis fisiológica, es decir, necesaria para que el abdomen crezca, a medida que el bebé y el útero van haciéndose más grandes. Este tejido puede resultar dañado habiendo una mala gestión de las presiones intraabdominales durante el embarazo o el parto y no volverá a cumplir su función por lo que entre los rectos abdominales habrá una separación más grande. 

 

Se considera que una diástasis puede ser patológica cuando supera los 2,5-3 cms o cuando los rectos abdominales se separan en exceso durante un esfuerzo. 

Desde el punto de vista estético se ve como un vientre de aspecto flácido y descolgado, que al realizar un esfuerzo sale un bulto (la pared abdominal no es capaz de contener las vísceras y éstas protruyen hacia el exterior). Es un problema funcional muy importante, ya que existe relación con las disfunciones del suelo pélvico, como los prolapsos, el dolor pélvico y la incontinencia urinaria. También provoca una mala estabilización del centro corporal, lo que repercute en la postura y los dolores de espalda. Problemas digestivos como malas digestiones, gases o estreñimiento.

 

Lo bueno de todo esto es que existen maneras de evitarlo y de disminuir su progreso.

No, no es normal que pasen los días tras el nacimiento y los síntomas sigan estando.

 

El suelo pélvico es el encargado de soportar todo el peso del útero durante el embarazo. Si este se encuentra debilitado desde antes no tendrá la fuerza necesaria para soportar todos los órganos más el peso extra del embarazo. Si a esto le sumamos el esfuerzo y el desgaste de las fibras musculares que hay en el parto, pueden agravarse aún más los síntomas. Por eso es tan importante llegar al embarazo con la zona perineal fortalecida y seguir haciéndolo durante el transcurso de este.

 

Si no llegás a fortalecerlo y padecés los síntomas, te recomendamos consultar y empezar un tratamiento lo antes posible para revertirlo. Te puedo ayudar a trabajar tu piso pélvico de forma adecuada, tomando consciencia de como activarlo, y poniendo foco también en tu zona abdominal.

Durante muchos años las mujeres han utilizado la faja en el posparto, creyendo siempre que recupera más rápido el abdomen. Y la respuesta es que esto NO es cierto, al contrario, lo hace más lento y en malas condiciones.

 

La faja vuelve débiles a nuestros abdominales, reemplaza la actividad de nuestro músculo transverso del abdomen. Con la faja los músculos no trabajan, pierden su fuerza y su capacidad de contraerse y activarse.

 

Además de esto, la faja ejerce una presión hacia abajo hacia nuestro suelo pélvico; aumentando los factores de riesgo de padecer patologías del piso pélvico. Empuja al útero y lo presiona, en un momento donde este debe contraerse de manera natural.

 

La recuperación posparto consta en realizar una buena valoración de piso pélvico con un profesional capacitado. Te recomiendo realizar entrenamiento posparto adecuado a tu condición y la vía de finalización del nacimiento, y a utilizar técnicas corporales como son los abdominales hipopresivos y el método 5p.

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